El 67% de los europeos cree que las mujeres no sirven para ser científicas de alto nivel. Muchos de los encuestados opinan que a las mujeres les falta interés por la ciencia, perseverancia, espíritu racional, sentido práctico y espíritu analítico, entre otros factores. Mis alumnas demuestran a diario lo irracional de esta idea.
Sólo el 3% de los premios Nobel de ciencias concedidos desde su creación en 1901 han sido otorgados a mujeres. En muchos casos en flagrante injusticia, concediendo a investigadores varones premios por descubrimientos hallados por mujeres. Muy conocidos son los casos de Rosalind Franklin (en el descubrimiento de la estructura del ADN) o Lise Meitner (en el descubrimiento del efecto Auger; Pierre Auger fue el científico que usurpó el mérito de las investigaciones de Meitner, hasta el punto de apadrinar para la historia el descubrimiento con su propio nombre). Pero hay muchos otros casos, menos conocidos. Incluso Marie Curie fue galardonada con el premio Nobel sólo en el momento en que su marido, Pierre Curie, declinó aceptar el premio si no le era concedido también a su esposa, colaboradora indispensable en las investigaciones que llevaron a cabo juntos.
El Manifiesto #CAMBIALASCIFRAS es un movimiento para lograr que las mujeres puedan, en igualdad de condiciones, dedicarse a la investigación, que cuenten con las mismas oportunidades que tienen los hombres en su trayectoria investigadora y puedan llegar a lo más alto en los puestos de responsabilidad.